El Parque de la Vida de Armenia es uno de los más grandes pulmones verdes de la capital Quindiana, a menos de cien metros del Parque Los Fundadores, en plena Avenida Bolívar, la más importante de Armenia. Un maravilloso regalo que le hizo el gremio cafetero a la ciudad de Armenia por su cumpleaños número cien.
Tiene una extensión de ocho hectáreas, una zona boscosa, árboles y grandes zonas verdes , un lago con peces, patos y gansos, senderos pavimentados para caminar y varias cascadas en forma de escalera.
El Parque de la Vida tiene graderías al aire libre que terminan en el lago, dentro del cual hay un escenario cubierto para presentaciones artísticas. También cuenta con construcciones en madera y teja de barro, materiales típicos de las fincas del Quindío. Tiene dos puentes techados elaborados en guadua y varios quioscos en donde sus visitantes pueden sentarse a hablar o comer, y disfrutar de la naturaleza.
Hace poco tiempo innovó su enfoque y abrió un lugar con juegos para niños, brindándoles así a sus visitantes, más opciones para recrearse. Si decide ir en su carro, no hay de que preocuparse, El Parque de la Vida cuenta con parqueadero propio. Desde donde usted se estaciona, pude ver el patinódromo, lugar en donde se entrena la Liga de Patinaje del Quindío, un excelente escenario deportivo, en donde se realizan competencias y se incentiva la disciplina deportiva en los jóvenes, rodeados de naturaleza y aire puro.
En Diciembre, se viste de gala y se llena de luces de múltiples colores. El parque de la Vida es por excelencia y desde hace algunos años ya el alumbrado más llamativo y concurrido de Armenia. En el último mes del año, es un lugar obligado para visitar para residentes y turistas. Las empresas públicas de Armenia se han encargado de que siempre sea una sorpresa diferente, el alumbrado ha tenido desde mitos y leyendas colombianas resplandecientes, hasta grandes dinosaurios de colores luminosos.
Su excelente ubicación, al lado del Armenia Hotel, permite que el recorrido al Parque de la Vida sea un plan al que se puede acceder sin necesidad de contar con mucho tiempo, ni dinero. Visitar el parque puede ponerse en el itinerario diario, acompañando a otros planes dentro de la ciudad, sólo para tomarse un respiro y rodearse de paisaje por un instante.
El parque de la vida es un valioso contraste con lo urbano que lo rodea. Es un pedazo de naturaleza puesta en medio del concreto, del ruido y el humo de los vehículos, de la ciudad y sus problemas. El parque de la vida es el jardín del norte de Armenia, un descanso verde en medio de tanto cansancio gris.