La Orquídea, más concretamente, la variedad denominada CattleyaTrianae es la Flor Nacional de Colombia, Gracias a su vistosidad y al notable tamaño de sus flores, esta hermosa planta fue incluida en los símbolos nacionales en el año 1936 y aunque no se ha evidenciado algún decreto o ley con respecto a esto, fue adoptada culturalmente para acompañar elementos representativos del país como son la bandera, el himno y el escudo.
La Orquídea Cattleya Trianae.
Lleva este nombre en honor del botánico, explorador y médico Colombiano José Jerónimo Triana. Las Orquídeas Colombianas están catalogadas entre las flores más hermosas del mundo. La estructura y los colores de ella la hacen extraordinariamente bella.
Del género Cattleya existen en Colombia 11 especies de orquídeas, todas apetecidas por su belleza y valor comercial. Sin embargo la mayor parte de las poblaciones silvestres se encuentran amenazadas por la deforestación y la transformación de los habitat, sumado a la sobre colecta de orquídeas con fines económicos amenaza su existencia.
Las orquídeas conforman la familia más extensa del reino vegetal, con alrededor de 35.000 especies, divididas en unos 800 géneros distribuidos por todo el mundo. Clasificadas en tres tipos, las epifitas, las Semi-terrestres y las terrestres, Colombia cuenta con aproximadamente 4270 especies agrupadas en 274 géneros, donde 1572 son exclusivas del país.
Estas plantas son clave para la biodiversidad de nuestro país las cuales se encuentran presentes en casi todos los ecosistemas del planeta excepto en regiones con temperaturas muy bajas que generan nieve y en temperaturas muy altas que formen lugares desérticos.
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Orquídeas en el Quindío.
En el Quindío se han identificado cerca de 200 especies. Las formas y fragancias de las orquídeas son el resultado de su coevolución con los animales polinizadores. Las orquídeas son plantas herbáceas que forman rizomas o seudobulbos sobre los cuales se desarrollan las hojas; aunque hay un buen número de especies terrestres, la gran mayoría son epífitas, es decir que se han adaptado para vivir sobre los árboles.
Con ocasión de una exposición internacional de flores que se realizó en Bogotá a comienzos de la década de los setenta, se eligió al Anturio Negro como símbolo de dicho certamen. Hubo quienes sugirieron que se declarase a esta especie, entonces de moda, como flor nacional. Pero el clamor popular no se hizo esperar y la opinión general, respaldada por la comunidad científica y por las academias, ratificó una vez más a la CattleyaTrianae como flor representativa de Colombia.
Las orquídeas fueron conocidas y apreciadas desde la Antigüedad. Existen escritos chinos de 1.500 años de antigüedad donde se hace referencia al cultivo de las orquídeas. En la antigua Grecia se le atribuían propiedades medicinales y afrodisíacas.
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En Europa, el interés por ellas se despertó hacia 1731 cuando floreció la primera orquídea tropical del Nuevo Mundo, Bletia purpurea, en la colección del almirante inglés Charles Wager, quien la obtuvo del Jardín botánico de Chelsea. Desde ese momento, se suscitó un interés sin igual por la adquisición y cultivo de orquídeas exóticas, en particular por los miembros de las clases sociales más aristocráticas, quienes debían construir un orquideario como una obligación acorde con su estatus social. De hecho, cuando una orquídea florecía en tales colecciones, el evento daba lugar a grandes fiestas y la noticia cubría las primeras planas de los periódicos.
Para satisfacer el consumo de orquídeas raras y exóticas, durante muchos años los recolectores profesionales provenientes en su mayoría de Francia e Inglaterra se dedicaron a saquear sin misericordia los bosques americanos, poniendo a muchas especies en peligro de extinción. A principios del siglo XX, no obstante, la era de la denominada «orquideomanía» llegaba a su fin. Sus altos costos dificultó el mantenimiento de los orquidarios privados. Con la depresión de 1929, el cultivo de orquídeas a gran escala definitivamente pasó a manos de empresarios comerciales.
Quindío y su importancia.
El Quindío es una fuente botánica muy importante. Sólo para poner un ejemplo, Esperanza Mejía de Moreno, de la Asociación Quindiana de Orquideología, descubrió, hace algunos años, entre el año 2008 y 2009, la orquídea quindiana TelipogonEsperanzae, en la vereda El Toche del municipio de Salento.
Bien lo describía Alexander Von Humboldt en una de sus bitácoras: “La montaña del Quindío es uno de los sitios más ricos en plantas útiles e interesantes. Allí encontramos la palmera CeroxylonAndicola o Palma de Cera cuyo tronco está cubierto de una especie de cera vegetal; las pasifloras arbóreas y la magnífica Mutisia grandiflora, cuya flor escarlata tiene una longitud de 16 centímetros”.
RECOMENDADO:
Libro: Orquídeas del Quindío. Esperanza Mejía de Moreno.